DONDE LA FORMA ESCUCHA AL INSTINTO
En el corazón de Barcelona, Sofia Karnukaeva redefine discretamente nuestra percepción de la forma. Arquitecta y artista de formación, no se limita a construir objetos, sino que los escucha. Su obra nace de un proceso instintivo donde la materia y la emoción se encuentran sin forzar nada, permitiendo que cada pieza surja a su propio ritmo, guiada más por la intuición que por la intención.
Sus vasijas escultóricas parecen casi vivas, evocando la arquitectura de la naturaleza misma. Evocan la suavidad de la piel, el ritmo de la respiración, la serena lógica de las colmenas y los refugios. Cada forma se siente antigua y a la vez nueva, como extraída del subconsciente o creada por un sueño.
A través de sus manos, la arcilla se convierte en un lenguaje que habla de la fragilidad, la transformación y el poder silencioso de lo que yace bajo la superficie. En el mundo de Sofía, lo abstracto cobra cuerpo y lo invisible se convierte en algo palpable.
